El País

Le confiaron el dinero de la fiesta de egresados y desapareció sin pagar

El hecho ocurrió en Rosario, en un secundario nocturno de adultos. Los compañeros le enviaron un ultimátum para que devuelva la plata o pague el evento, pero el hombre desapareció de su casa.

Un insólito e indignante hecho salió a la luz esta semana en Rosario. En una nota realizada por el diario La Nación, se conoció la pelea judicial que están iniciando un grupo de alumnos de un secundario nocturno por su fiesta de egresados: demandarán a un compañero al que le confiaron unos $50.000 para evento de fin de curso y desapareció.

Según contó el medio, Marcos, de 26 años, era considerado por sus pares como una persona “intachable” y el “mejor” estudiante de la sala. Quizás por eso, y porque él se ofreció, decidieron que sea el encargado de recolectar el dinero de las tarjetas -entradas al evento- y llevar, todos los meses, lo recaudado a la empresa responsable de llevar adelante la reunión. Así, pensaron, irían achicando el monto final a abonar.

Sin embargo, las sospechas iniciaron cuando, un día, Marcos llegó avisando que la tarjeta pasaba de valer $800 a $1000. Según informó a medios locales Gisela, una de las damnificadas, esto despertó la alarma de todos, dado que en el encuentro que mantuvieron con la casa de eventos, y donde habían cerrado el contrato, había quedado estipulado que el valor se congelaría.

“Le pedimos ver el contrato y trajo uno en blanco, parecía trucho”, señaló y aseguró que ahí comenzó el “enojo” y “bronca” contra el alumno.

Pero lo peor de la historia llegó el miércoles pasado, cuando la empresa contratada avisó que se aproximaba la fecha límite para pagar. “Nos dijeron que se nos agotaba el tiempo y en ese momento nos enteramos de todo. Nos mostraron el contrato y el dinero que recibieron, que fue de $9.600. Nosotros le habíamos entregado a Marcos unos $50.000”, señaló Gisela.

En ese momento, algunos compañeros fueron a buscar a Marcos a su casa, ya que no respondía los mensajes o llamadas de teléfono. Sin embargo, nunca lo encontraron en su casa. Como el joven tenía familia en Entre Ríos creen que es muy probable que haya decidido irse a esa provincia.

Asesorados por un abogado, los estudiantes decidieron enviarle una carta documento con un ultimátum: si no devuelve el dinero o paga a la empresa lo que ellos le entregaron, lo van a denunciar el lunes en la justicia por estafa.

“Lo único que queremos es poder festejar haber terminado la secundaria, que tanto nos costó”, concluyó Gisela.

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